12Jan
Clave sus colores en el mástil en 2024
Durante sus años como primer ministro de la Unión Soviética, Nikita Jruschov denunció muchas de las políticas y atrocidades de José Stalin. En una ocasión, mientras censuraba a Stalin en una reunión pública, Jruschov fue interrumpido por el grito de un abucheador del público. "Usted era uno de los colegas de Stalin. ¿Por qué no le detuviste?" "¿Quién ha dicho eso?", bramó Jruschov. Siguió un silencio angustioso mientras nadie en la sala se atrevía a mover un músculo. Entonces Jruschov respondió en voz baja: "Ahora ya sabéis por qué". Ocurren cosas malas cuando los creyentes no dicen nada.
Las Guerras Revolucionarias Francesas fueron una serie de conflictos que duraron desde 1792 hasta 1802, cuando estallaron muchas batallas en alta mar. Cada barco enarbolaba los respectivos colores (bandera) de su país en el mástil cuando combatía. Si un barco quería capitular en cualquier momento, arriaba su bandera en señal de rendición completa. Varios capitanes eliminaron esta opción enviando a un marinero de cubierta con un martillo y clavos a lo alto del mástil. Los colores se clavarían en el mástil. La batalla se libraría hasta el último hombre. Rendirse no era una opción. Suceden cosas buenas cuando los creyentes clavan sus colores al mástil.
Si el año que viene por estas fechas, en enero de 2025, puede decirse de los amantes de Jesús que "tenían una resolución inamovible, unas convicciones inquebrantables", la causa de Cristo habrá triunfado en nuestro tiempo. Si, por el contrario, retrocedemos y nos derrumbamos como tiendas de campaña ante los detractores del cristianismo, será una vergüenza que hayamos perdido la oportunidad.
Momentos como éste se presentan raramente. Cada vez que las economías mundiales se hunden a lo largo de la historia, que inmoralidades inenarrables apenas causan rubor o que las tensiones geopolíticas enfrentan a naciones, se producen vacíos. Los vacíos se llenan de una forma u otra, y rápidamente, ya sea con el bien o con el mal, pero lo más seguro es que se llenen. Así ocurre con el paisaje en nuestro tiempo. Aprovechemos la oportunidad de llenar este mundo enfermo de pecado con el Evangelio.
Si se le reprende por predicar el Evangelio, ¿cómo debería responder? Al principio de la vida de la Iglesia, Pedro y Juan no quisieron aceptarlo y exigieron: "Si es justo ante los ojos de Dios escucharos a vosotros en lugar de escuchar a Dios, juzgadlo vosotros mismos; porque nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído." Hechos 4:19-20
¿Defiendo a toda costa a los oprimidos? Mardoqueo mandó decir a la reina Ester: "Porque si callas en este momento, la liberación y el rescate surgirán para los judíos de otro lugar". ¿La respuesta de Ester? "Ve, reúne a todos los judíos que se encuentren en Susa, y ayunad por mí; no comáis ni bebáis durante tres días, ni de noche ni de día. Yo y mis ayudantes también ayunaremos de la misma manera. Y entonces entraré a ver al rey, lo cual no está conforme a la ley; y si perezco, perezco."
¿Debo soportar todo el peso del gobierno si intenta hacerme callar? "¡Ay de mí si no predico el Evangelio!" fue la respuesta de Pablo y, afortunadamente, de muchos cristianos.
Dios no lo quiera, pero si las autoridades exigen vidas inocentes, ¿debería resistirse la ciudadanía? Las parteras hebreas lo hicieron, desafiando las órdenes del Faraón de matar a todos los niños varones arrojándolos al mar. Temían a Dios más que al gobierno y dejaron vivir a los bebés.
Cosas buenas o malas ocurrirán a lo largo de 2024. El pueblo del Señor tiene gran influencia sobre ambos. Como tarea para enero, lee los Hechos de los Apóstoles para ver cómo funcionaba esto en la iglesia antigua. ¿Hablarás y defenderás lo que crees? Seguro que todos los demás lo hacen. ¿Respaldarás tus convicciones con hechos, o te quedarás en meras palabras? La fe sin obras no llega lejos; nunca lo ha hecho. Si no entiendes nada más de este blog, entiende esto: 2024 es nuestro año para "¡Id y proclamad por todas partes el Reino de Dios!". Lucas 9:60
