El cristianismo ha vuelto, y usted puede sentirlo... y nosotros también
George Shamblin2022-01-20T14:55:58+00:00
- Friedrich Nietzsche
1ª
No ofreceremos más descargos de responsabilidad por lo que creemos. Declaraciones como "lo sentimos, pero resulta que creemos en la Biblia". O "lo sentimos, pero resulta que creemos en Jesús" son cosas del pasado. Para empezar, siempre me ha parecido extraño que los cristianos se pongan la zancadilla para disculparse, sobre todo teniendo en cuenta que la fe es experimentar a Jesús de la forma más real. En cualquier caso, creo que ustedes, nuestra cultura, están más dispuestos que nunca a experimentar lo mismo. "Ven y compruébalo por ti mismo" es lo que dice el Fundador de nuestra Fe. Lo que hace falta es dar un primer paso hacia "un camino mucho más excelente". (1ª Cor. 12:31)
2ª
Prometemos ser agradables de la manera más sincera. La verdadera semejanza a Cristo significa ser como Cristo, en realidad. Jesús de Nazaret tenía la extraordinaria habilidad de combinar verdades duras con amor desenfrenado. En un suspiro, podía amonestar: "El que se avergüence de mí y de mis palabras, yo me avergonzaré de él". Y en el siguiente aliento, implorar: "Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados, y hallaréis descanso para vuestras almas". Puesto que el Espíritu de Jesús mora en nosotros, nos ha capacitado para hacer lo mismo. Me alegra decir que el espíritu ganador ha vuelto de su larga ausencia. Es lo que creo que hace que nuestra fe sea más contagiosa.
Tercero
Estamos saliendo de nuestros "apiñamientos santos" y volviendo a la refriega-Vergüenza nos debería dar habernos retirado del sector público en primer lugar . Entre tanto, hemos aprendido una valiosa lección: al igual que la marea puede levantar todos los barcos, los cristianos pueden elevar el discurso público. Eso sólo ocurrirá teniendo ante nosotros directrices como éstas: "Buscad la armonía perfecta, animaos unos a otros, sed de un mismo sentir, vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros". (2ª Cor. 13:11) "Ninguna palabra malsana salga de vuestra boca; antes bien, si hay alguna palabra buena para edificación, según la necesidad del momento, decidla, a fin de que dé gracia a los oyentes." (Ef. 4:29)
4º
Estamos cambiando nuestras costumbres y por fin acertamos en esto: al vivir una vida de "Por favor, haz como nosotros, no sólo como lo que decimos". Es un reto sencillo tomado de Pablo, que dijo: "imitadme como como yo imito a Cristo". Nuestra hipocresía pasada es inexcusable. Hemos dejado innumerables almas perdidas a nuestro paso. No vamos a seguir dando excusas para negar a Cristo debido a nuestra falta de semejanza a Cristo. Últimamente caminamos al son de una nueva melodía. Rasgos de carácter como la honestidad, la virtud, la humildad y la amabilidad ahora nos definen. De aquí en adelante, nuestra integridad será el rey.
Dejar una respuesta