El mundo está en llamas... ¿Dónde está el Espíritu Santo en todo esto?
George Shamblin2024-03-01T21:58:49+00:00- Ciudades que se retuercen de rabia
- Guerras, catástrofes y rumores de guerras
- Inestabilidad financiera
- Gobierno de la mafia desenfrenado
- El cristianismo en estado de sitio
El mundo antiguo estaba en llamas, y ¿quién podría haber predicho la sorprendente resistencia y el crecimiento masivo del cristianismo en medio de él? Y, sin embargo, eso es precisamente lo que ocurrió cuando el Espíritu Santo encendió un movimiento que desafió todos los pronósticos en el año 30 d.C.. La fe no sólo sobrevivió en ese tipo de entorno hostil, sino que prosperó. Lo que ocurrió entonces puede volver a ocurrir, pero ¿rezarás por ello?
Según el capítulo 1 de los Hechos, la primera oleada de expansión del Evangelio tuvo un comienzo poco glorioso para los estándares humanos. Inicialmente, el número de seguidores comprometidos con las enseñanzas de Jesús se limitó a 11, hasta que se añadió Matías, con lo que el total se redujo a 12 personas. Peor aun, los 12 se escondieron en una habitacion superior sin ninguna intencion de salir. Fue entonces cuando todo empezó a cambiar.
Históricamente, el Evangelio tiende a favorecer los escenarios más inverosímiles para un crecimiento explosivo, similares a los de los puntos anteriores (es decir, ciudades enfurecidas, guerras, catástrofes, rumores de guerras, inestabilidad financiera, etc.). Jesús había profetizado que el crecimiento exponencial estaba cerca. Y no exageró el auge sísmico del cristianismo en los días venideros: "Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta en los confines de la tierra". (Hechos 1:8) Era como si un terremoto masivo fuera inminente con Jerusalén en el epicentro; ondas de choque primarias y secundarias extendiéndose por Judea y Samaria; temblores sentidos en las partes más remotas de la Tierra.
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Jesús dijo: los que tengan oídos para oír, que oigan.
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