En cuanto a mi esposa Jill, habían pasado 34 años y cuatro hijos desde la última vez que vio Yellowstone. Nuestra familia volvió allí en 2017; fue el mejor viaje de nuestra vida. Los parajes, el escenario y el paisaje del Parque más venerado de Estados Unidos no habían perdido lustre. Ninguna flor, animal o follaje había perdido su poder de impresionar, a diferencia de los bostezos y la displicencia de los empleados de Old Faithful a los que se refería Yancey. El crecimiento, la recuperación y la revitalización que se produjeron después de 1988 nos hicieron decir: "¡Oh, vaya!"

Por último, me gustaría que archivaran Joel 2:25 en algún lugar: en un trozo de papel enrollado sobre su escritorio, en una tarjeta pegada en el salpicadero de su coche o en un lugar de su mente fácilmente accesible. Porque es probable que muchos de ustedes se encuentren en medio de fuegos que arden fuera de su control, la mayoría centrados en relaciones rotas, si tuviera que adivinar. Entre la familia tiende a encabezar la lista. Nada habla mejor de su desastrosa situación ni infunde mayor esperanza para repararla en el futuro que Joel 2:25. La buena palabra de Joel es nada menos que la promesa asegurada de Dios que nunca se agotará. Él lo garantiza en Su palabra "Aunque la hierba se seca, y la flor se marchita, la palabra de nuestro Dios permanece para siempre". Isaías 40:8. Así que ánimo, mantén la cabeza alta, el Señor Dios tiene una manera clara de hacer las cosas bien.